domingo, 5 de octubre de 2008

Ulises Criollo


José Vasconcelos
Ulises Criollo es el título de una de las más famosas novelas de José Vasconcelos, en la que el autor narra los primeros treinta y tres años de su vida. Esta obra se encuentra clasificada como “Novela histórica mexicana”, y más específicamente, como “Novela revolucionaria”, pues es escrita en 1935, años más tarde de que termina la Revolución Mexicana. Asimismo, esta obra es considerada por muchos como indispensable para entender este periodo, pues Vasconcelos da a conocer las relaciones que se establecieron entre los actores fundamentales tanto del gobierno, como en los ejércitos revolucionarios.


Es el relato de dos historias acerca de una misma persona. Por una parte se encuentra la biografía de José Vasconcelos, recuerdos antiguos que conservaba el autor; las experiencias de su infancia en Sasabe, un pueblo muy pequeño en el desierto de Sonora, punto fronterizo con los Estados Unidos, donde se desarrolla gran parte de ella; al hablar de su adolescencia se remite a Campeche y más tarde a su vida en la Ciudad de México. Narra el gran amor que tenía por su madre, sus hermanos y su padre, por el núcleo familiar y el amor también por otras mujeres, siendo ésta la parte que ocupa mayor volumen en el libro.


Paralelo a su biografía sentimental, Vasconcelos conduce al lector por aspectos que se conocían poco hasta ese momento, acerca de la Revolución Mexicana y el movimiento maderista a través de su biografía como actor político. Fue en la Ciudad de México donde José Vasconcelos inicia su actividad revolucionaria, pues es en ésta donde Manuel Urquidi le presenta a Francisco I. Madero, quien le propone unirse a su plan revolucionario. Las ideas de Madero eran las de organizar al pueblo mexicano para que olvidaran la experiencia que habían tenido los últimos treinta años con el régimen dictatorial y totalitario de Porfirio Díaz y acudieran a votar para designar a un presidente que obedeciera a sus demandas. En este movimiento, Vasconcelos fue el encargado de dar forma al lema maderista: “Sufragio efectivo, no Reelección”, el cual reemplazaba al porfirista “Sufragio Libre”.

Sin embargo, pese a que Vasconcelos estaba de acuerdo con las ideas de Madero, escribe en esta obra que no las consideraba originales, pues eran un reflejo de lo que se había vivido en el movimiento sindicalista norteamericano y que había sido materializado en México por Ricardo y Enrique Flores Magón. Más tarde, Vasconcelos conoció a Aquiles Serdán, quien proponía la puesta en armas de la Ciudad de Puebla para revelarse contra su gobernador, quien se encargaba de saquear al Estado para obsequiar grandes presentes a Carmen Romero Rubio, esposa de Porfirio Díaz. Serdán fue de las primeras personalidades en ser derrocadas por régimen porfirista, pues durante un enfrentamiento con la policía y después de haber sido asesinados sus acompañantes, es acribillado en el sótano de su casa donde trató de refugiarse.

Ulises Criollo, además de ser una novela que relata la Revolución Mexicana, es también una novela que critica al movimiento y a sus figuras principales. Vasconcelos en esta obra no se retrae de definir a Francisco Villa y a Pascual Orozco como simples asesinos, toscos e ignorantes. Esta concepción de ambos personajes refleja la postura de Vasconcelos ante el movimiento armado del periodo revolucionario, pues no estaba de acuerdo con lograr justicia a través de métodos radicales; para él, la alternativa era la democratización de la sociedad y el respeto a la propiedad privada, postura muy contraria a la del movimiento, pues en él se consideraba y se defendía lo comunitario de la tierra, que la tierra debía ser para todos y que la única forma de llegar a esa sociedad equitativa era mediante la movilización armada.

La firma de los Tratados de Ciudad Juárez, según Vasconcelos marca la claudicación o decadencia de la Revolución Mexicana, pues se planteó la suspensión del levantamiento armado, que en el Plan de San Luis había propuesto Francisco I. Madero, lo cual representaba un cierto reconocimiento por el gobierno de Porfirio Díaz.

La vida política de José Vasconcelos, como candidato a la presidencia de la República, no debe omitirse y Ulises Criollo no lo hace. Después de que Madero gana las elecciones presidenciales, al término de la Revolución, y llega a la Ciudad de México, se desencadena una guerra interna en el movimiento maderista. El gobierno de Madero fue una época inestable en la vida política y social de México, pues como Presidente de la República y en consecuencia de los acuerdos de Ciudad Juárez, Madero tenía enemigos por doquier. En primer lugar, se encontraba un poder legislativo que en su mayoría provenía del gobierno porfirista, totalmente adverso a él, y en segundo lugar, se encontraban los grupos guerrilleros, como el de Emiliano Zapata, que se rebelaron en su contra. Después de que se formó el Partido Constitucional Progresista, se definieron los bandos contrarios del movimiento maderista: Vázquez Gómez contra Pino Suárez, siendo éste último del candidato de Vasconcelos a la vicepresidencia de México.

El desenlace de esta historia es bien conocido por los mexicanos. Las fuerzas conservadoras que deseaban el retorno de la “paz porfiriana”, generaron el golpe de estado que llevó a la muerte de Francisco I. Madero y José María Pino Suárez, presidente y vicepresidente respectivamente, durante la conocida como “Decena Trágica”.

Ulises Criollo culmina con la preparación de José Vasconcelos para su candidatura presidencial en 1929, veinte años después de que Madero quedó al mando del país. Los resultados de esta contienda fueron muy diferentes a los de 1909, pues Vasconcelos obtuvo únicamente el 1 por ciento de la votación total, quedando muy por debajo de su contrincante Pascual Ortiz Rubio, quien obtuvo el 99 por ciento de los votos.
Pamela Janin López Gloria, FES-Aragón-UNAM

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