domingo, 5 de octubre de 2008

Mi gobierno será detestado


José Manuel Villalpando César
Es un historiador mexicano. Nació el 4 de octubre de 1957 en la ciudad de México. Estudió en la Escuela Libre de Derecho obteniendo su título profesional de abogado en 1981 con la tesis: El Sistema Jurídico del Segundo Imperio Mexicano. Desde 1986 es catedrático de la Escuela Libre de Derecho con la materia de “Historia del Derecho Patrio”, y es además, desde 1998, Prosecretario de la misma Institución educativa. Fue uno de los coordinadores de la Investigación Histórica de la Editorial Clío de 1989 a 1998 en la empresa que dirige Enrique Krauze. En los medios masivos de comunicación, tuvo a su cargo la investigación y asesoría histórica de la telebiografía “El vuelo del águila”, 1994, y fue guionista y adaptador de la telenovela “La antorcha encendida”, 1996. En la radio, es comentarista en materia histórica del noticiero matutino Monitor, de José Gutiérrez Vivó, desde 1993. De septiembre de 2000 a noviembre de 2003, fue colaborador de la página histórica quincenal “Cronoscopio”, del periódico Reforma, y actualmente es articulista de asuntos históricos en el periódico Diario Monitor. Es director de la colección “Grandes Protagonistas de la Historia Mexicana”, publicada por Planeta Agostini.


En 1990 obtuvo el premio nacional concedido a la mejor recreación literaria sobre los símbolos patrios con el cuento “El Abanderado”, y recibió la comisión de localizar los restos mortales del caudillo de la Independencia José María Morelos; experiencia sobre la que publicó el trabajo: Los restos de don José María Morelos y Pavón, itinerario de una búsqueda que aún no termina, editado por Espejo de Obsidiana, 1993.

Ha publicado veintiún libros de los que destacan: El Panteón de San Fernando; Introducción al Derecho Militar Mexicano; Maximiliano frente a sus jueces; En pie de guerra: La guerra de Independencia, 1810-1821; Diario de Clara Eugenia; Mi gobierno será detestado; El Virrey; Benito Juárez; Miguel Hidalgo; Antonio López de Santa Anna y La silla vacía. Historia de la suplencia presidencial en México.

Época histórica
El desarrollo de la historia se sitúa durante la independencia de la Nueva España, donde el ex virrey Félix María Calleja es visto como uno de los más feroces perseguidores de los insurgentes.
Ante los increíbles y vandálicos excesos cometidos por los rebeldes de Hidalgo en Guanajuato, el virrey Francisco Javier Venegas ordenó a Calleja, ahora brigadier de la división de caballería, marchar a la Ciudad de México en su auxilio: los insurgentes habían cosechado una importante victoria sobre las fuerzas virreinales en el Monte de las Cruces. En las planicies de Aculco, se enfrentó por primera vez con los insurgentes, derrotándolos por completo. Las deserciones fueron cuantiosas y fueron capturados unos seiscientos rebeldes, así como armamento y otras pertenencias. Calleja derrotó decisivamente a los insurgentes en la batalla de Puente de Calderón, donde infligió terribles bajas a los rebeldes. El remanente de sus fuerzas viajó hacia el norte del país, donde los principales líderes serían capturados. Miguel Hidalgo, Allende y otros jefes fueron presos y llevados a consejo de guerra, sentenciados y fusilados en Chihuahua. Como recompensa por su victoria, el teniente general Félix María Calleja recibiría el título de conde de Calderón. Después de eso reconquistó Guanajuato y, a principios de 1811, Guadalajara. Las 4.000 tropas de Calleja se convertirían en la base de leales a la Corona, peleando contra López Rayón y el cura Morelos.

El 28 de enero de 1813 recibió el cargo de Jefe Político Superior en reemplazo de Venegas, pero no tomó posesión hasta el 4 de marzo. Con la actividad, energía y capacidad que lo caracterizaban, puso manos a la obra para reorganizar el gobierno, la hacienda pública en bancarrota y el ejército mal pertrechado, al que se debían varias soldadas. Confiscó las propiedades de la Inquisición, abolida en España por la constitución de Cádiz de 1812. Entre otras medidas, solicitó un préstamo de dos millones de pesos al sector comercial e hipotecó las alcabalas. Con el dinero obtenido organizó un ejército poderoso y bien equipado, pagado y disciplinado, que llegó a los 39.000 hombres, además de 44.000 milicianos distribuidos entre la población civil. También restableció el libre comercio y reorganizó el servicio postal, interrumpidos ambos por los ataques de los insurgentes.

El 22 de diciembre de 1815, con el fusilamiento de Morelos, la rebelión parecía llegar a su fin. Sin embargo, gracias a la resistencia de caudillos como Vicente Guerrero (único que se mantuvo en pie de guerra durante toda la insurgencia), el movimiento independentista no se extinguió por completo, e incluso recibió nuevos ánimos con la breve intervención del jefe español Francisco Javier Mina, que llegó a combatir por la independencia, aunque pronto fue derrotado y fusilado.
Amigo y protector de Agustín de Iturbide, Calleja y sus medidas brutales, hábilmente exageradas por los insurgentes, provocaron a la postre un rebrote rebelde. La gente comenzó a ver en estos actos una muestra de la injusticia del gobierno realista. Algunos de los mismos realistas, temerosos de perder sus elevadas y lucrativas posiciones con tan enérgico virrey, lo acusaban de ser la causa principal por la que seguían en armas algunas partidas de insurgentes después de la muerte de Morelos. Las quejas contra el gobierno de Calleja fueron escuchadas en Cádiz, por lo que fue relevado del gobierno virreinal el 20 de septiembre de 1816.

MI GOBIERNO SERÁ DETESTADO
Alejado de sus años de gloria y salud, Félix María Calleja, el peor enemigo de los insurgentes, narra la disputa de su deber y su sentir hacia una causa que pretendía tomar entre sus manos, la Independencia México. Un relato lleno de antagonismo, como de profundidad histórica, donde los personajes históricos más conocidos de la historia mexicana son capturados de manera más humana, con las pasiones desbordadas, entre la libertad y el apego a lo material, la admiración y los sentimientos oscurecidos por los celos.

Enfermo y decaído por el olvido de la corona española, y también por el odio que transmite su sola mención en México, Félix María Calleja relata la contradicción entre sus actos y sus pensamientos que lo llevarían a tomar decisiones que marcarían su destino para siempre en la memoria del pueblo mexicano. Él comprendía las ideas insurgentes y desea ser el libertador de la patria mexicana, pero más allá de completar el proyecto se rehusaría a ser un caudillo más en las filas de Hidalgo y ahogaría a muchos insurgentes en la derrota.

Francisca, su esposa, alienta a este famoso personaje a relatar su vida en México, las batallas campales a las que se enfrentó, tales como la del puente de Calderón, batalla por la cual el Rey le otorgó el titulo de Conde, y en donde definió el bando en el que luchaba, pues no deseaba ser partícipe de una independencia manchada de sangre. Sus ideas de libertad comprendían una paz y prosperidad en la nación mexicana, pues él mejor que nadie conocía el gran aporte que era la Nueva España y en lo que podría convertirse con el adecuado manejo de sus propiedades. Sin embargo, aquellas ideas nunca salieron a la luz, pues la mañana del 16 de Septiembre la muchedumbre tomó las armas y comenzó con lo que él calificaría su propia masacre.

Más adelante, el fusilamiento del cura Hidalgo y la captura de su discípulo José María Morelos se enfrentaría a una lluvia de sentimientos entre la honorabilidad y el respeto, y su sentimientos contradictorios entre dos personajes que le arrebatarían dos cosas importantes en su vida, el derecho de ser el libertador de la patria mexicana y la admiración de su esposa. Un personaje lleno de secretos y una infalible fe hacia Agustín Iturbide como el libertador de México fueron los principales seguimientos de la novela, desde su ascenso al poder, su regresó a España y su estancia en la cárcel. Todos los pensamientos plasmados en las páginas de un libro que se opone a la historia establecida y compone un panorama desde el punto de vista del más temido por los insurgentes.

Una exhaustiva recopilación histórica de Manuel Villalpadando que a través de una novela transmite las verdaderas intenciones del sexagésimo virrey de la Nueva España ante una guerra civil que disputó y libró. Es la disputa del deber y de la aprensión a una misma causa, la independencia de la patria que lo acogió, aunque supo desde el primer momento que tomó el poder que inevitablemente su gobierno sería detestado.
María Angélica Estrada, FES-Aragón-UNAM

1 comentario:

Patlan Arredondo Melanie Ariatna dijo...

Hola, disculpa una pregunta ¿dónde conseguiste el libro?, es que necesito leerlo y no lo encuentro impreso o en PDF, por favor si sabes donde conseguirlo en PDF me ayudaría mucho, gracias.